domingo, 17 de abril de 2016

Entornos VUCA. Qué son y cómo nos afectarán personal, profesional y empresarialmente.



¿Qué son los entornos VUCA?. Aprendiendo a convivir con la incertidumbre y la ambigüedad, en sus formas más volátiles y complejas. 


Hace unos días publicábamos "Un acercamiento a los Knowmads: Los futuros profesionales del conocimiento y la innovación."en cuyas primeras líneas hacíamos referencia al denominado Entorno VUCA.
Hoy profundizaremos algo más sobre él.
VUCA es el acrónimo de moda desde hace unos años, que describe, por sus siglas en inglés, entornos caracterizados por: la Volatilidad (Volatility), la Incertidumbre (Uncertainty), la Complejidad (Complexity) y la Ambigüedad (Ambiguity), a partir de la toma en consideración de dos variables: 
el conocimiento (¿cuánto sabemos sobre una situación concreta?) 
la predecibilidad (¿en qué medida podemos anticipar el resultados de nuestras acciones?).

Se trata de situaciones en los que el mero aprendizaje de conocimientos y competencias estáticas ya no es suficiente: 

El enorme y vertiginoso avance de ciencia y tecnología, especialmente en lo digital, hace que el conocimiento generado se quede obsoleto rápidamente, cobrando especial valor la formación y actualización continuada y la agilidad en el aprendizaje (learning agility), imprescindibles para adaptarse a los continuos cambios del entorno y a sus novedosas demandas.


Pero incluso más allá de competencias cognitivas, habría que poner énfasis en el desarrollo de los aspectos emocionales.

Quizá una de las capacidades más esenciales en estos entornos VUCA sea la perseverancia, mantener un esfuerzo continuo para alcanzar nuestra meta y buscar soluciones a las dificultades que surgirán a lo largo del camino. También habremos de potenciar nuestra capacidad de afrontar la frustración y nuestra adaptabilidad y flexibilidad, sabiendo sobreponernos y crecernos ante las adversidades.


Como bien se puede suponer, los entornos VUCA también exigen líderes entrenados en una serie de habilidades que les permita acomodarse mejor a los desafíos actuales.

Se trata, en suma, de líderes con visión y capacidad de adaptación, que aprenden rápido y de forma continuada, con claridad de ideas, habilidad para actuar con decisión, resilientes, muy ágiles en el proceso de toma de decisiones, dotados con esa empatía necesaria para construir consensos, generar compromiso e inspirar.

Como dijo el filósofo Immanuel Kant, uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna y de la filosofía universal, La inteligencia de un individuo se mide por la cantidad de incertidumbre que es capaz de soportar.



Y esto nos lleva a plantearnos reflexivamente dos cuestiones nucleares: ¿En los últimos años han mejorado los sistemas de gestión de la incertidumbre? y, sobre todo, ¿Qué nivel de incertidumbre somos capaces de soportar en nuestros entornos empresariales, profesionales e incluso personales?

Porque es que actualmente, a la clásica incertidumbre que conllevaba la imposibilidad de predecir el futuro, se le han unido de forma confluyente varios elementos, factores y parámetros, como pueden ser la profunda recesión económica, cuya salida no se acaba de atisbar pero sobre la que sí que se intuye que ya nada volverá a ser como antes de 2008; los múltiples cambios de paradigmas en muchos axiomas económicos y organizativos que considerábamos inamovibles y que se están desmoronando ante nuestros ojos (los bienes inmuebles nunca pierden valor, los salarios son inflexibles a la baja, el estado del bienestar garantiza una enseñanza de calidad, una asistencia médica excelente y un sólido y saneado sistema de pensiones..... y así un largo etcétera); la consecuencia colateral de lo anterior, que se traduce en una profunda crisis de valores y principios; y por último, pero no por ello la menos importante ni mucho menos, la revolución digital, la transformación digital, en definitiva, la cuarta Revolución Industrial en cuyos albores estamos plenamente inmersos.

Llevamos siglos habituados a los cambios, ya el filósofo griego Herácrito nos advirtió en el siglo VI a.C que nada es permanente a excepción del cambio, también expresado como nada es eterno, sólo el cambio permanece.

La diferencia con nuestros días es que ahora los cambios son vertiginosos, absolutamente imprevisibles, de una extrema complejidad y enormemente inextricables.



Como simples muestras amalgamadas de esto último podemos citar, por ejemplo, que:


  • Gartner prevé que, en el plazo de 10 años, las máquinas realizarán el 30% de los trabajos que hacen ahora los humanos.
  • Según un estudio de la Universidad de Oxford, durante los próximos 20 años irán desapareciendo la mitad de los empleos actuales. Y no nos referimos a la pérdida de puestos de trabajo sino a los "empleos funcionales" en sí mismos.
  • El 70% de los bebés de hoy trabajarán en profesiones que aún no se conocen, por la simple razón de que todavía no han sido inventadas o creadas.
  • Las principales amenazas para tu empresa pueden provenir perfectamente de otras industrias y otros sectores económicos.
  • La compañía líder mundial en transporte de personas por carretera no tiene un solo vehículo de su propiedad y es completamente digital (Uber).
  • La compañía líder mundial en gestionar plazas de alojamiento no dispone de hoteles ni establecimiento similar alguno y es absolutamente digital (Airbnb)
  • La Economía Colaborativa está cambiando muchas reglas del juego tradicionales, descolocando a muchos operadores convencionales.
  • La disrupción digital está provocando cambios cuya trascendencia futura tan sólo podemos atisbar tímidamente. Y ello sin entrar en profundidad sobre las consecuencias del uso de Big Data, del Internet de las Cosas, de aplicaciones de Business Intelligence..........


Se hace necesario, por tanto, crear estrategias novedosas ante realidades poliédricas y cambios continuos de escenarios y "terrenos de juego".



Para Bob Johansen, autor de Los líderes hacen el futuro, el entorno VUCA debe gestionarse, por contraposición, desde otro VUCA:


  • Abordar la Volatilidad y la hiperconexión de variables con Visión de futuro.
  • Afrontar la Incertidumbre (Uncertainty) con Entendimiento (Understanding), conocimiento, comprensión y empatía.
  • Frente a la Complejidad, buscar la Claridad, simplicidad y sencillez en la ejecución.
  • Superar la Ambigüedad con Agilidad. La capacidad de reacción ante los acontecimientos es más importante aún que la propia planificación.


Como hemos visto, no podemos saber cómo será el futuro, lo que sí que hemos de tener claro es que las empresas y organizaciones deben adaptarse a los cambios con enorme rapidez y sus líderes han de ser tremendamente intuitivos y saber rodearse del mejor talento disponible.

Y ante el cúmulo de dudas, incertidumbres y complejas ambigüedades que nos queda por enfrentar, para ir "calentando" siempre nos quedará poder recurrir momentáneamente a los clásicos y junto al teólogo, filósofo y escritor estadounidense de origen alemán Reinhold Niebuhr, entonar su mundialmente conocida Oración de la Serenidad...



 

A la manera de como lo plantea Bob Johansen:

Be VUCA, my friend.......



Para saber más:

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